domingo, 31 de enero de 2021

Frío, venas de la ciudad

 
La gente hecha ansiedad, 
problemas, responsabilidades y odio, 
neveras vacías, besos guardados, 
cansancio entre las sienes, 
frío.

La ciudad es un estallido de hormigón, 
y bocas sedientas, 
los poetas murieron antes de nacer, 
jilgueros cantan desde las ventanas
a un gris cielo que ve envejecer a la mañana.

El metro y las mascarillas,
el luto de las oficinas, 
se jugó a perder, y cada hora en la aduana
requisan trenes y pasaportes.

Nunca se tuvo tanta libertad, 
y nunca como ahora se pierden por las venas
los que no fueron propietarios
de las nubes, las lunas, los ángeles.

Lluvia de ceniza, 
muerte y café cortado, 
la vida es un juego de cartas
en el que la edad adulta
pierde con el tiempo.

Pero tras tanto apocalipsis
está el amor, y nos salva, 
tras tanto dolor
las flores besan la tierra, 
y yo te beso a ti.


Llueve en el desierto


Llueve en el desierto,
respiración entrecortada 
a orillas del mar Muerto.

Llueve en mi corazón,
por no tener más que una canción
silbando en el viento.

Siempre pensé que cualquiera
podía ser más que yo, 
y la sombra de tu grandeza
eclipsó mi voz.

Llueve en el desierto, 
hace cuatro año aposté a perder;
no diré la palabra prohibida
por si al abrir los ojos, 
veo una nueva vida
que lleve el color de tu piel.

Llueve en el desierto.



 



Multiplicado por dos

 
El amor es la única ficción por la que merece la pena
dejarse llevar, 
es terremoto en medio de la selva, 
el silencio que oye, 
la voz que calla, 
el amor es fruta prohibida de la libre naturaleza.

Primero nació él y luego los poetas lo maldicieron,
aunque a veces cuesta de entender, 
el amor por todo lo que te rodea
es la única verdad en un mundo de mentira, 
es la noche esperando el día, 
el padre que llora, 
la chica que escribe, 
la viceversa de un latido multiplicado por dos.




Canciones pendientes que nunca llegan


Escribiré dos veces la misma oración; sentirse tan joven que la vejez ya pasó de largo.
Escribiré el luto de un lápiz ebrio de los besos que una noche mutiló la lengua a mi palabra.
Queremos encontrar motivos de lucha en una guerra invisible, queremos tener entre las manos un cuerpo, que se desvanece a cada paso, y el tiempo, sí el tiempo (ese dolor que viaja) se olvidó que fui feliz en Estambul, me recuerda que las canas de mi pelo delatan lo que ya no se puede remendar.

La playa es un vaivén de espuma, las carreteras venas de sangre y asfalto, la montaña senos de vírgenes, y esta ciudad, esta maldita ciudad a la que amo y odio, es una paleta de pintor de colores diversos, de formas que se desvanecen y se entremezclan unas con otras, el fuego y la rabia, la sombra y la luna.
La quietud de la noche en este barrio aletea mariposas negras, y las almas se agazapan por los teléfonos con ausencias, vuelvo a coger el libro que tengo pendiente, y todo se me llena de aquello que me causó estrago y angustia, quién fuera rey en Aracataca, para en un suspiro traer la motivación que se perdió por los anales de estas líneas huérfanas, de canciones pendientes que nunca llegan.


sábado, 30 de enero de 2021

Volver


El destino guardará la posibilidad de volver ante soles y designios de esta pandemia que heló la respiración a generaciones.
"Volver" escrito en el espejo del baño, escrito en el trazo de aviones a la deriva, en la boca del loco, en la mano del santo, volver como único algoritmo del tiempo.
Volverán los días de flores, de primavera, que se resiste en este eterno invierno, de besos y abrazos, que puedan vencer el miedo de este virus, la pandemia que eclipsó la sombra de los dioses de manos cansadas.

Volverán los días de verbena en el pueblo, de amantes que ponen rosas en el ojal, de bicicletas, de lluvia invisible bajo la blusa.
Las almas tristes no tienen motivo, si después de todo, sobrevivimos al abismo de una fiera tempestad, corsarios de oro y estiércol es la rutina del polen en el aliento en pleno contagio del quién sabe qué.

"No dudes que volveré", dejó ella escrito entre las nubes, "volveré yo", dijo él, "como vuelve septiembre, como que el Covid nos ocupó demasiado tiempo de felicidad".


martes, 26 de enero de 2021

Estilo


'El estilo nace de los limites'.



Luna


La luna recostada en esa sonrisa, 
el cielo y los astros alineados, 
destello de encanto en tu alegría, 
en cada canción que bailas 
libre y rebelde, sin patria ni pasado.
A veces sueñas con una playa, 
donde no se ponga el sol, 
Luna, que veniste de tan lejos,
me pierdo en el carnaval de tu voz,
y en el hechizo de cada uno de tus besos,

y es que,
este cangrejo se enredó en tu Ave Fénix, 
en las huellas del mar de plata y argento, 
eres la serena luz 
de un abrazo en calma,
el amor por los secretos del tiempo.
Luna, mi dolor te lo agradece,
si me das de un Rock and Roll el último trago,
la magia pintará hecha poesía 
la felicidad a orillas del Mediterráneo, 
Luna.




Resistiré


Resistiré 
el peso de mis alas muertas,
el cielo hecho escarcha,
un invierno eterno,
seré el amor de las promesas
que de boca en boca escupen
nubes de lejanía. 

Pude resistir los embites del sol y la tormenta, 
cerca de todo, lejos de ti,
te busqué en las lágrimas mojadas
de un enero con flores
y resistí, 
la quebrada mano de los ángeles, 
el precipicio sin nadie y contigo, 
sin mayor conquista que tu corazón. 

Escribir hace enmudecer el tiempo, 
resistir a las olas de la poderosa marea,
febril donde todo se acaba
y nada queda, ansiedad 
que se agolpa en un suspiro,
canciones que reviven girasoles.

Resistiré. 


martes, 12 de enero de 2021

Soy

 
Soy lo que ves, 
reivindico la sombra y la figura, 
el fango, la estrella, 
Londres, Campeche, Salta, 
soy lo que ves, 
una canción sin terminar, 
poemas rotos arrojados al mar, 
la hoguera de la sinceridad que arde, 
miedos del hombre sin memoria, 
el sinfín de un carrusel de sueños y emociones, 
soy, 
la luna rota en Luna Park, 
ventisca de agua dulce en las pupilas, 
la vida y la sal 
en cada una de tantas despedidas.
El nunca te olvidaré, 
'escríbeme si me echas de menos',
soy lo que ves, 
la derrota que venció, 
el eclipse de las manos nacientes, 
un gato sin botas, 
mente maravillosa
bajo la bruma, 
soy lo que ves, 
la tempestad y el frío de la música con el infinito
de tu voz.


Andas tras la vida


Andas tras la vida, 
con el miedo de no saber qué sentir, 
en las nocturnas horas del día posterior, 
andas tras la muerte
de sonrisa eterna.

Aquella noche buscó el trotamundos en un bar
la otra mitad de un problema, 
y los labios secos de él se mojaron con los de ella, 
andabas, viajero en el ronquido de mil madreselvas
y en su pequeño corazón anidaba el frasco
de esencia de las primeras veces.

Andas tras la vida
con las rosas de papel del Levante, 
fueron muchos los inviernos sin nadie, 
sin más compañía que endurecer el corazón
frente el temporal.

Fueron tropezando tras cada pregunta
y nubes de óxido se dibujó en cada retazo, 
tras la incógnita del frío.






lunes, 11 de enero de 2021

Brasas que queman el alma

 
De viaje 
del amor a la muerte, 
de vivir de rodillas o abrazarte,
de una pesadilla a la luz...

de la soledad hablaría hoy.
(...)

Mi vida de privilegio maldito, 
es estar condenado a nunca sentir, 
más allá que en las paredes del arte, 
las que pintan de azul el cielo de esta habitación.

Ella saca un cigarrillo y él se lo arranca y la besa, 
botas llenas de barro en los bares de la capital, 
ríos de nieve, contigo y sin nadie a mi lado, 
sin saber bien cómo es eso de vivir.

Y al final la vida se impone al miedo, 
filosofía peregrina en poemas sin dios, 
habla más la ilusión que la realidad
brasas del pasado
en las hogueras que queman el alma.

Ansiedad de incierto destino, 
volver a empezar con el Réquiem de nuestros pasos, 
no hay que tener miedo a las sombras, 
son aliadas en la lucha eterna por entender
qué hicimos tan mal en este mundo, sin amarnos.







domingo, 10 de enero de 2021

Venecia inundada arderá


Cuando te entregue mi corazón, 
que sepas que está lleno de arañazos
y latidos roncos, 
que sepas que con miedo ve el tuyo en tus ojos, 
y no hay más ciego que el que no sabe mirar.

Cuando te entregue la luz de mi sonrisa, 
acribillada por la sombra de tanta despedida
lloverá relámpagos y el amor tendrá sentido, 
tal vez la imperfección sentenciará al destino.
Venecia inundada arderá.

Aunque me impide la vida ser feliz, 
tal vez porque fui fuerte demasiado tiempo, 
cuando te entregue el corazón, 
no te asustes, solo acuna el sueño dormido 
sin hogar ni sustento
que nace de ti al más acá.

Aunque no sé bien cual es mi estrella, 
alguna nos guía, seguro, 
eres tú buscando un abrazo como yo, 
la que verá mis manos agrietadas
y hablará el viento en las palmas, 
que nuestros dedos dan aliento
a quien no sabe responder.


Locomotora

 

La madre que se despide del hijo pequeño,
una locomotora destartalada en la vieja Albania, 
nunca sabré tocar tu pelo ni una guitarra, 
la voz que distorsiona fronteras;
el amargo trago de las aguas hirviendo en tu alma.

Se hace tarde, y es tanto lo vivido, (y es tanto lo perdido) 
que supongo que vivir es perder, 
que todo es llegar tarde a ningún lugar, 
suena un ritmo triste en la estación, 
y se encienden personas alrededor  
de nunca saber cómo querernos.

La madre con destino final que le arrebatan de la mano 
al niño pequeño, 
las sombras, la alegría, el ron mojado en lágrimas, 
todo es una solución de múltiple problemas,
verano bajo dos grados, una locomotora destartalada
en mi corazón.