miércoles, 23 de marzo de 2016
México
Tras el final
siempre viene un principio,
límpiate las lágrimas Principito,
México espera a los que soñaron parar el tiempo
desde un avión perdido en el océano.
No sé nada de mis sentimientos
solo que estuviste en las aceras
y confieso que apenas he vivido
todo el latido que lo sintió.
México ábreme las puertas que me cerraron
los corazones
que más que llenos de paz,
fueron rebosantes de miedos.
El peregrino canta una ranchera
brindando con la muerte por vos,
en una silla llena de sombras
junto a un tequila,
limón
y sal.
Nadie me invitó a esta fiesta
pero conseguí que guardases mi imagen
para la posteridad,
México,
estoy cansado de excusas,
solo quiero mi trozo de verdad,
la historia que no sé de ella
se difuminará en otras miradas,
y el breve suspiro de la vida
que lo advertí y nadie me creyó,
es el ladrido que ahora
más tirado que un perro
he alcanzado con el universo en la palma de la mano,
inventando con Roberto
del Df la felicidad que no encontré en Valencia.
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