viernes, 25 de enero de 2019

Pan y ajo, aceite y escarcha


Se rompe la luz de las estrellas,
pan y ajo, aceite y escarcha,
un niño llora negando a la muerte
la certeza que le susurró un hada.

Una galleta se moja con los unicornios
de las constelaciones,
precipicios de escribir y ser poeta de la nada,
ruina hecha persona,
síntesis de cupones de ciegos
con arenales en las avenidas acunadas.

Eva tomando el sol,
Huracán perdió la batalla,
y Lucrecia se enamoró del malo,
no sé si es un seré, pero la sonrisa del perdedor
viste lo que fui,
es tan corta la vida que los alfiles aprenden,
y en mi regazo reza un ave María
los mares de la Quinta tierra
en el marrón cerrado del color
de tu mirada.

Se rompe la luz de la noche
con un grito en plena locura,
mito y realidad
la borrachera de vida que me acuna,
y creciendo crece aun esta ilusión.



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