sábado, 29 de diciembre de 2018
Princesa Himba
No sé muy bien
cómo te llamarías en mi mundo,
ese de facturas, tráfico, ansiedad,
solo sé princesa himba
de ojos abiertos,
de pupilas de ceniza,
volcán de la edad primera de la luz,
que guardo aunque no lo sepas,
el palpito de ti, de tu pueblo digno,
frágil,
inquebrantable,
en la maldita contradicción
de aviones que me dan comida y mantas.
En una calle de Madrid nadie responde,
lo bello es lo simple,
y la simpleza de lo complejo
mi realidad,
tu piel sería nuestra fuga
entre globos, ollas vacías, cabañas dignas
y un paraíso lejano.
Princesa himba.
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