viernes, 28 de diciembre de 2018

Estatua de sal


Frente una estatua de sal
en Riga,
años después se volvieron a encontrar,
él tal vez cansado,
ella con la misma sonrisa
(hay cosas que el mundo
no cambia a pesar del vendaval)

-De algo te conozco-murmuró él.
Ella contestó con los versos
de esta postal,
y en Namibia el destino
ató el zapato al tiempo 
aunque el resto del mundo
siga bailando
triste y ajeno en su soledad.


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