Ahora que te veo sin verte,
que el ego de la sombra de los otros
anestesia el corazón,
ahora que el bálsamo de luz
da calor a la intemperie,
que vino la calma tras la tormenta,
que me prometo en voz baja,
amor.
Ahora que estoy roto
pero con la luna en las mejillas
ahora que tengo por camino
lo que no acabé,
ahora que se acaba lo empezado
donde quiebran las pesadillas
que en vilo sufrimos
por el miedo a perder.
Ahora que no sé cómo pude
mantenerme en un aullido,
que la guarida del poeta
es escudo de hojalata,
ahora que todo vuelve a empezar
y el mañana es un nido
en este volar de versos
que vomito tras cada resaca.
Ahora.
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