jueves, 28 de junio de 2018
Artistuchos
La gente juzga,
con ese miedo que proyecta sombras
a quien enciende una antorcha de luz,
la gente ignora,
la gente vomita frustraciones
para luego menospreciar la pasión
con la que sueño
trepar desde un precipicio,
perdiendo en los bolsillos la cordura
del Santo de los artistas.
Quién no se ha sentido observado por la envidia
mientras recita en un bar de mala muerte,
(todo se sabe)
la gente juzga mientras vuestra ropa sucia
está sin tender,
y se os cae la vergüenza
por el pantalón.
Pero que no dude el populacho cobarde,
formado de uno en uno por grandes
hombres y mujeres,
pero así en grupo, tan cobarde,
que solo manda la emoción
y quien sufre no alardea
y quien hace de la lucha torpe ballesta,
no alardea,
os escupe a la cara vuestra
mediocridad.
No firmo papeles con gente con poca imaginación,
lo mío es volar
con las alas rotas,
artistuchos.
martes, 26 de junio de 2018
Existe
El amor no existe sino está en ti,
dice el asesino enamorado,
ángel de las pulgas de la injusticia,
Lazarillo,
princesa emborrachada de otras princesas,
vivir deprisa para morir como héroes
de lo absurdo,
abuso, constelaciones de nubes de nicotina,
mártires del veneno,
traición que se va contagiando
como una epidemia
de bondad a bondad calcinada.
Pero a pesar de todo,
hay paraísos desiertos en tus ojos,
lo sé,
siempre fue hoy un será,
hechizo de bengalas en las manos de niña
que adoleces tras las verbenas,
diosa que recoge pétalos al luchar
al borde de los precipicios
de tu boca rota, pero llena de luz.
El amor existe si está en ti,
dice el nunca más antes de volver a creer,
en un para siempre que dure
la eternidad de aquel beso.
Dylan
Cuántos Lorcas exiliados del parnaso yacen muertos en las cunetas de la Guerra Civil?
En una ciudad que es un nido de antorchas agonizantes,
en el estático y trémulo silencio de la madrugada.
No sabría contar la gente que dio por desbaratado su ideal,
que en los rincones de la decepción
cose la violencia
el traje roto de un quebrado
sueño de haberla querido.
Buscadores del burdel de la realidad, conserjes de noche,
barrios alejados de Sofía donde suena música negra,
lúgubre paisanaje de botas prendidas en los cables,
de amenazas de muerte cuando ya hace años el corazón se dio
por vencido.
El hombre que susurraba consuelo a los animales,
paseos de eternas hojas secas, corredores ocres,
niños que lloran, inocencia aplastada por el mismo dinero
que rescata vidas en el fondo del mar.
Cuántos Bob Dylans han bautizado melodías hechas con la ira
de no poder alcanzar a Jesús?
jueves, 21 de junio de 2018
Somnoliente
Primavera negra, lunar de plata en tu mejilla, sombra, mancha de carbón en la paleta del cielo, vomito santificado, cicatriz entre el bien y el mal, desafío, camino desandado y vivencia rota en el destino de cualquier vida somnoliente.
El silencio de la madrugada nos acerca a Dios, hermanos que no se miran para tocarse en la multitud, espera sin timbre de llegada, artistas exiliados del parnaso, "ni rey de los suburbios ni flor de precipicio".
Lucha sin tregua lejos de hospitales y horarios, de dictámenes de quien no lo llega a entender, belleza insana, insana costumbre de soñar con ella antes de trasnochar en vino.
Eternidad dentro de mil vidas, muerte al no arriesgar, dolor de muelas en la profundidad de la consciencia, sol de crepúsculo, requiebro de vibra, dado de la muerte, lluvia de balas en la última noche. Vals de borrachera, juventud de suspiro y olvido, desquite, huella, inmensidad.
Amaia
Amaia no duerme, la rutina secó el jazmín del tiempo.
Siempre se sintió agredida
se secó el jazmín de su boca.
Quiso ser valiente como las demás
pero en la nostalgia de las horas
desnuda se vio Amaia,
dentro de un huracán fiero.
Los amantes callan ante la inspiración
de cientos de góndolas
a través de un canal oscuro,
y el amor o la prisión de sus ojos
es la cárcel recién nacida
de sus muñecas al trepar por algún resquicio.
Lleva siglos sin dormir,
piel cuajada en su desidia
luna quebrada de la nube negra
de su ansiedad.
miércoles, 20 de junio de 2018
Resumiendo
Mucha gente se da por vencida,
piensa que el amor es mejor en la tele.
Mientras hay quien
se enamora
en el mismo instante
que te vi
viajando juntos en el avión
antes de estrellarnos.
Recuerdas?
Demasiada gente piensa
que el amor es más bello
en la vida de los demás.
Porque la existencia defrauda mucho,
demasiado,
debajo del subsuelo de la sonrisa de mi foto,
el día a día nos acribilla
por el tuyo, mío de Cupidos y caínes.
Y cogerte de la mano era achicar agua
a contracorriente.
El suicidio avisa
mirando al precipicio con los pies atados
pero nuestro pasado va insistiendo
en desabrocharnos las botas,
y mucha gente piensa
que el amor sería mejor
en la página de sucesos,
aunque el mundo
esté lleno de revolucionarios
caídos
cuya valentía sin duda,
es de lo poco que merece la pena.
Sabe más de amor el loco
que el recién casado,
cuando en un partido de fútbol
Me guiña un ojo
la mujer que bosteza junto a otro
mientras le saco a la vida
cuatro atajos de ventaja.
Parece nada lo vivido
Parece nada lo vivido,
nadas en un mar de espinas
o cubres con el velo de quien no quiere ver
las promesas del primer amor
con otras esposas en las muñecas,
volaron las palomas
y la libertad
y la responsabilidad
mordieron el mismo cuello de una serpiente.
Todo se aleja pero te siento aquí
en un destello de ceguera,
humedeces los sueños
de ser todas las noches
paz de cuento de cuna
para encontrarte con la seca rutina
que pone grilletes en la tempestad
de aquello que no pasó
en mil y una noche de verano.
Parece nada lo vivido,
callas un deseo
y los mares se agitan,
el universo oye la voz del silencio
y envejece la fresca mañana
viajando de la Ciudad de los muertos
a Zurich,
mientras te atragantas
con fresas silvestres.
Parece nada lo vivido.
Entre un millón de estrellas
Se tiñó de ti,
paleta de colores a través de la ceguera
risueña
grieta por las dunas en el cuerpo
magullado,
caligrafía de las olas del alma,
que derramó la luz de la noche
en la boca donde nacen crisantemos
desde el cementerio de Venice.
Se tiño de nosotros dos,
deja que las vibraciones escriban;
suelta la mano
para amarrarte a mí
cuando se abran las ventanas
y las dianas de francotiradores
mueran circularmente
frente el sortilegio de hados valientes.
Se tiñó de mí,
de la lucha interna
de ser entre lunas que nunca serán,
tintinea el miedo a lo desconocido
sin conocer
que detrás de eso
queda la inmensidad
entre un millón de estrellas.
lunes, 18 de junio de 2018
Ser extraño
La sombra de la muerte es el rímel en el rostro de esa mujer cansada. Casada con el qué dirán. Siempre me ha perseguido el dolor, pero ese no es el problema, la cuestión es no saber ni cómo ni dónde buscar atajos. Un relámpago de sombra da a la intemperie, el aguijón en la guadaña de los santos dice que el amor siempre vence al odio, incluso al mismo amor, letargo de imposibles, edad eterna en esta breve estación de un año apenado. Y en el hilo de vida que da la inmensidad de la literatura quedo yo, resguardado en una letra sin saber bien su significado, arte de la ontología de la basura embalsamada de rosas silvestres.
Ser extraño entre muertos que respiran.
Ancha vida
La vida es un sueño perdido en la tarde de verano,
un poema de Córtazar,
la frase "la gente buena muere rápido
por eso hay que ser un poco hijo de puta"
pegada con celo en la puerta del refrigerador.
La vida es la niña escondida en el alma
de las prostitutas de Velluters,
es la saliva de dios en la yema de los dedos del ciego,
cantar para vencer a la muerte,
llorar en el hastío de las nubes que descargaron ansiedad,
valentía de caballeros sin armadura,
muerte de un poeta, locura tras lo que dice la gente
el día después.
La vida es un hospital con las puertas cerradas,
ombligos anchos,
gentío que es cobarde,
como la blasfemia a la emperatriz por la que aúllan los lobos,
quimera, edén,
utopía,
vida que no se alcanza ni viviéndola
porque somos metal dolorido, lágrima de un mono
encarcelado,
suburbio donde se apostilla a la anodina "felicidad".
Corona de laurel
Cuando el amor es una quimera,
rutina de ensuciar el alma en los arrabales del corazón,
llega la luna esquiva a encarar al sol por la ventana
y en una rosa muerta el rocío cubre la mañana
de lo que fuimos tú y yo.
Cuando todo es mentira, y los años no hacen más
que dar la razón a la vejez,
mis huellas son pasos a la deriva
de haber probado lo amargo y dulce de la muerte
sin haber muerto,
o tal vez,
no haya mayor desconsuelo que el vértigo de tu ombligo,
de tu boca que la besaron cuando no era el momento,
labios que son llaves de tan poca felicidad
de tanta fatiga recostada a tu lado,
y existencia que se volvió oscuro hado
del ojalá.
Cuando hay peligro de perder la razón
de tanto tenerla,
cuando se filtra en un grito
los cristales rotos que dejaron tus fiestas,
será que no cabe una verdad en la voz
que abarque el alma rota y quejumbrosa,
aunque maleable como una nube
en una corona de laurel
del dios del desamor.
miércoles, 13 de junio de 2018
Ahora
Ahora que te veo sin verte,
que el ego de la sombra de los otros
anestesia el corazón,
ahora que el bálsamo de luz
da calor a la intemperie,
que vino la calma tras la tormenta,
que me prometo en voz baja,
amor.
Ahora que estoy roto
pero con la luna en las mejillas
ahora que tengo por camino
lo que no acabé,
ahora que se acaba lo empezado
donde quiebran las pesadillas
que en vilo sufrimos
por el miedo a perder.
Ahora que no sé cómo pude
mantenerme en un aullido,
que la guarida del poeta
es escudo de hojalata,
ahora que todo vuelve a empezar
y el mañana es un nido
en este volar de versos
que vomito tras cada resaca.
Ahora.
Luna de junio
Perdido en el nombre de las primeras cosas,
no tuve más que partir sin equipaje.
Los miedos que otros esconden,
yo,
los escupí al cielo,
encontrando la luna de junio
en el regazo
del mundo que late en la herida abierta
que está por venir.
martes, 12 de junio de 2018
El viaje
La vida era un tren, ilusión del viaje y estaciones de paso mientras el destino se acercaba, con una certeza que daba miedo pero con la incertidumbre de la llegada como la hora en la muerte del reloj de cuco. La vida para aquel joven de pelo enmarañado era un tren destartalado, gris y cansado que le podría llevar a visitar iglesias ortodoxas, mezquitas, montañas, aldeas y urbes de espíritu indómito.
Le acompañaba música clásica para almas de luz que querían ver cada amanecer desde sus ojos grandes y despiertos, no cerrar el libro de los tristes presagios para que el viajero llegase a escribir el de las rimas de los milagros posibles.
La vida era un tren que pararía en algún momento del viaje pero no cuando nuestro aventurero dejase de andar, sino cuando la humanidad fuese un animal sin corazón que ya dejó de avanzar al desdeñar un destello, aunque fuese nimio, del sueño tan envidiado de tantos locos como aquel.
Y fue que ya no buscaba labios en los que perderse, ni ser Peter Pan, y pasó que no supo qué buscar durante el naufragio por océanos de color a su pasado vivido en otras vidas que olvidó, equipaje de sus cansadas botas de lluvia. Tantos caminos y entresijos estaban en él que las respuestas a las incógnitas ululaban bailando en el viento.
Un día durante el viaje, pasó el tren por un túnel, laberinto atroz, y no se supo ni cómo ni por qué pero Adán volvió a morder la manzana prohibida sin conocer que la libertad no debería ser el pecado en el infierno de los hombres buenos. Tal vez fuese volar, despegar los pies de tierra. Pero amarró sus muñecas al destino que zarandeaba las colinas al intuir que las ganas de vivir vence a las sombras, la esperanza necesitaba de su fe para ser alas a batir y llegó el momento en que la ventanilla volvió a dar luz, el túnel pasó.
Volverán las coloridas golondrinas, poeta, los gatos negros también pueden dar buena suerte.
Porque, la vida, la muerte, la locura, la esperanza eran un tren.
Celebración
Y si cambiamos las sospechas,
el miedo a lo desconocido,
el miedo a lo ajeno,
el miedo al dolor,
las comparaciones por
el ruido de un beso,
la brisa de la mañana fresca de cada día regalado
y robado a la muerte
el aire que despeina tu flequillo desde la ventana,
para hacer música y color
por aquellos que lucharon por vernos aquí,
celebrándolo?
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