Cansado de ver la paz en otros cuerpos
con
la pena de no ser amado,
de
palpar el dolor egoísta,
en
tiempos de esta España pobre,
en
tiempo de besos varados.
Como
quien nace bajo una estrella negra,
jinete
desbocado del árido monte
siempre
persigo en sendero contrario,
la
verdad hecha compañía; garganta de palabra,
vomitando
la gloria de tu nombre.
Cansado
de pasar de largo varias veces al tiempo
por
la locura;
(te
debo poesía, no volver a caer)
más
que trovador, tristeza soy,
ahogada
por una corbata;
y
me he acostumbrado a no usar cubiertos,
a
la hora del querer.
Como
la luna que no encuentra en el río su reflejo
como
el músico constante que nunca hará una canción,
cansado
tropiezo con dudas
para
no decir lo que siento,
y
me arrincona el miedo
en
el momento que solo me visto de valor.
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