De amor y revolución

Todo bello poema tiene el nombre de una bella mujer detrás, al imposible tan cercano de mi amor por tantas y ninguna, damas peregrinas, y mi mayor amor, por la justicia y la paz en el mundo, que el ruido de un beso haga callar los disparos, que la justicia social no tenga de enemigo al "hombre"


Podría ser
poema de amor de un joven
que soñando ha creado
un mundo de fantasía,
el apasionado flechazo
de quien quiso un día,
no tan lejano,
se acabasen las injusticias;
llegar a la utopia

Ser dulce, luna,
la armonía de un violin mudo,
el ejército que lleva flores
a los niños huérfanos de la guerra
la fe de que todos somos iguales,
y no se beneficien el banquero
del sudor y la sangre
de aquellos quienes trabajan
la tierra.

Podría ser
el corazón eterno más allá de la muerte
envejecer contigo y contar una a una
las arrugas de tu frente,
ser el loco combativo
que en sus años de inocencia
vio imposibles
y que tras el beso que me darás
sintió cambiar su suerte.

Podría ser
el reflejo en tu cristal,
tu espejo en mis ojos,
gota de sal
soledad de lamentos y lloros,
sería todo ello,
si usted
tan bonita, me mirase,
que la nube de mi sueño
me desafía
al recogerte el pelo
mientras me dices,
ven, no ves, que se hace tarde.