miércoles, 22 de abril de 2009

Zapatos de aguja


Porque no fue fácil el camino
y el verso se marchitó de tu boca,
la última verdad es que la sombra de mi mano
mesa tu cabello negro,
mientras duermes sola.

Nombre de tantas mujeres
de tantos Dolores,
el golpe de la impotencia;
Lucifer enamorado.
Es el rapto a mi infancia
marchitas las flores
de esta corona de espinas.

Siempre a tu lado.
 
Aquí en el  lugar donde
los que mueren no descansan después de muertos
imaginemos
que la dgnidad es el oro,
aunque no lo sea,
que la paz es muerte
aunque la llamemos sueño...

Él ya no podrá hacerte más daño

Cambié tu vida por mi vida
y aunque estoy lejos de ti,
el sentimiento no perece
en un mar de cariño nada un día mejor.

Vida dolorida y huérfana
yo quise hacer de ella
poesía.

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