sábado, 25 de abril de 2009
Te irás
Te irás,
y te llamarán los rincones ausentes
en donde te desee en secreto,
verás, chica de mil lunas,
me verás en el asfalto que da la espalda,
donde puede que encuentres a alguien
que te haya iluminado de nuevo.
Te irás,
al paso de las alondras
que en aquel invierno gris
fueron testigo
de la madura flor
que en mis dedos guarde,
ajada en el pensamiento de abril.
Te irás,
en el filo de sol
que se pierde cada tarde.
Te irás,
con el rumor triste de gemidos,
cuando aman los amantes.
Te irás,
y yo jugando a derrumbar
un palacio con palabras,
encuentre trabajo
cuidando flores en el parque,
blasfemaré a alegres jóvenes,
y dormiré rendido,
admitiendo en voz baja,
que habiéndote tenido, no te tuve,
porque estarás lejos, con alguien,
tan lejos que puedo sentirte,
cuando me pregunte; porque vivo caminando
hacia atrás.
Te irás,
tras tu portazo te nombrará el silencio,
aunque nunca hayas estado,
cambiarás de rostro,
cambiarás de amor,
algo se habrá podrido
de lo que creías,
¿Cómo fue eso de que todo
era mentira,
antes de que hayamos
cesado en el intento de encontrarnos?
Te irás,
con los dedos llenos de nicotina
sacarás un papel,
matarás el tiempo en fumar,
alguien te observará en la madrugadas
donde seas solo miedo al vértigo.
Te irás,
por las esquinas de la ciudad,
con alguien, sola, libre,
furtiva del recuerdo que te persigue,
a mitad de un libro
que de tu mano cuelgue,
idearás una huida,
a un rincón deshabitado,
donde me hallarás clamando venganza...
porque
te
fuiste.
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