Preso a esta libertad,
soy hoguera y fuego,
agua y manantial,
te quiero y nunca he vivido,
cojo de las montañas la senda
que me lleva a Nunca jamás.
La sensibilidad ahoga las horas,
crucé puertas que no se deberían de pasar,
y qué se hace cuándo lo tienes todo
y nada te queda?
preso a esta libertad,
un día fui rey de un condado desolado,
hoy,
levanto la corona
de nuestra perdición.
Queda tanto por hacer...
dame la flor de tu pelo,
sé mi voz en el cielo,
cuando no se puede más
hay otra puerta en el alma por abrir.
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