Y amar el mundo como vela que no se apaga,
como oro en cada esquina donde las prostitutas rezan,
donde se enamora el perdido errante
que siempre vuelve a empezar,
que buscando solo encuentra,
camino y viento allende los mares.
Viaje que enarbola la mente, y toca el fuego
de banderas sin patria ni condado,
pasaporte en las dunas del tiempo,
nubes que despegan como aviones
alrededor de la paz.
Amar el mundo y viajar sobre el corcel que ronda
el fin de los principios,
la luna blanca entona el aria de la luz acuartelada
que rompe ballestas
de una aventura en cada viaje,
amar el mundo y descorrer el velo,
de la desilusión.
Poesía en la boca de quien no sabe hablar,
ciudades que son barro, que son cordones de dios,
palpita la lumbre de quien caminando sueña
con un mundo más justo,
con tu mundo en mí, amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario