Dime; ¿Te has dejado llevar por lo prohibido?
¿Qué
pasaría si llego a hurgar con mis colmillos
en el
ovillo de lana
que está
en el centro de tus piernas
y
encuentro ese grano de sal que te estremece?
Hasta
llorar…
¿Si me da
por emborracharme al descender lentamente,
lenta
muy
lentamente
del zumo
de tus labios morados
con mis
labios?
La luz
naranja de la farola
se filtra
por las cortinas
y fuera
solo hay barbarie,
porque el
mundo no es mundo
si no nos
embestimos como animales
en ese
juego torpe y perfecto
de tu boca
al
engullir mi fruto que te venera y se levanta.
Y es que,
¿Te
has dejado llevar alguna vez
por lo
prohibido?
Para que seamos necesidad que da.
Volcán,
Semen,
Poesía.
Copa de
vino derramando los jirones
de tus
uñas en mi espalda
y mi mano
en tu cuello firmemente,
mientras
te beso a ritmo de tango.
Noche
eterna
que
aunque acabe no acabará,
si
nuestros cuerpos flotan
en el
alma de este cuarto desvencijado,
donde de
fondo noticias de política va maldiciéndonos,
y la vida
es tan urgente
como
dibujar un corazón con el dedo en tu pezón, reina,
besándote
mientras te agarro con fuerza
pero
tiernamente,
como
follan los amantes.
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