Quisiera
que
se abriese el sol
en
sus labios cada noche,
para
entender que amanece…
en
un país llamado Soledad.
Y por
las avenidas,
el
animal que encarna nuestra alma
aúlla
tras abrazos sin respuesta.
Si
es que existe un país llamado Isla,
será
que se esconden las balas
a
través del grito oscuro
de
quien desdibujó la luz,
mujeres
maltratadas
y arrebatos
de crímenes inocentes
que fueron bautizados tras la negra marea
de
la batalla en la calle.
Hay
un país llamado Desamor,
aunque
la gente dice que eso fue invento
de
una hechicera;
país
de muertos,
país
de guerras
y
madres que recogen
de
algunos francotiradores de nubes opacas
la rabia encañonada por sus cinturas.
Creo que en lo que llevamos de poema
hay doscientos catorce muertos
sin derecho de admisión
en este momento.
Hay
un país llamado Hambre
en
el que no se permite
la
devolución del pasaporte
y
mendigar clemencia
es
el títere favorito del Ministro.
Hay
un país llamado Usura,
flor
de quimera donde los ciudadanos son súbditos;
militares
que teclean la ley con pasamontañas
y niños
trabajando entre el barro,
barro
más limpio que el que maldices
debajo
de tu coche tras un mal día.
Hay
un país llamado Cansancio
donde
sus habitantes
trepan
por escaleras al cielo,
cortinas
de humo y suicidio
que
se masturba soñando con tus dedos,
hay
un país de marginados
a
los se les llaman violentos,
porque
al arrojar tu intolerancia,
ellos
no saben cómo se podrán defender.
Pero aun así, si lo piensas, el único país
que hay
en realidad,
no existe.
1 comentario:
Que lindo texto... Muyyy bien dicho! gracias!!!
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