Cuántos años deben de pasar
para que pueda aprender;
la amenaza del cielo,
el aire que se pierde de tus pestañas,
la soledad más cruenta,
allí
donde me veo renacer.
Y la pesadilla no se desvanece.
En este rincón del tiempo
nos soltará de la mano la vida,
el malograr nuestras esperanzas
en el saco roto de las oportunidades
pasadas,
perdidas
y nunca más encontradas
en ese rincón de la vida -que no es vida-,
llamado nostalgia.
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