Abrazo al alba

 

Sin saber cómo
apareció en su vida.

Se cruzaron los aviones,
y en el cielo la luz de los astros
les ardió.

Y él,
que sólo sabe extrañar,
un futuro acuartelado,
miedos fugaces
en un abrazo al alba.

Y ella,
lejos, tan lejos,
como de su alma al tiempo
que se les asignó vivir.

En un aullido,
en el que las masas
se mueven sólo por interés,
y la felicidad retoña como
un niño sin fe,

Lejos,
como la verdad que no tolera el destino,
muere la hora
y dos amantes con ella
buscan renacer.