lunes, 8 de mayo de 2023

Marea

 
Sólo duele lo que creemos eterno, 
lo que intuimos que el misterio
circunda la magia. 
Y queremos tener entre las manos
el cielo, 
cuando se descolgó la luna, 
cuando se volvió oscura, la luz del alba.
Entre las grietas del capital, 
del interés que abrazamos mientras la muerte
o la enfermedad nos da el aliento frío
de lo que es real.

Perdemos en este verso el beso
de una guitarra llena de reproches, 
y soy peregrino del amor de aquella mujer, 
y soy el destino de la vida
que se detuvo ante la marea de mis sienes.



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