La vida es un anzuelo,
tu amor, un laberinto,
y como la luz mortecina
de los tiempos pasados,
(tengo el rumor de las olas que estallan
en el desierto de tus labios)
Mi mente viaja más rápido que mis pies
sin hacer ruido
la tormenta tropieza en la esquina del tiempo.
Y de todo lo que no tengo, te quise,
la rosa se pudrió en mi boca,
al besar.
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