jueves, 19 de julio de 2018
Eva y Adán
La última flor del entresuelo,
bosteza como la princesa del suburbio
que fue,
rosa con espinas en su cabello,
dientes rotos por haber
creído en el amor
el día de antes de ayer.
Mordió la manzana Eva, cuando Adán
olvidó la luna en sus mejillas
y fue pregonando un pellizco de luz
por la calle Desolación,
Eva, dulce cicatriz maltrecha,
muerte que da alimento a la muerte,
volcán que apagó el sol.
En una sórdida sala,
alrededor de sucia ropa y fotos viejas,
la tele radia un maltrato,
Eva besó la serpiente,
y fue un número sin suerte
en el epílogo de todos los diarios.
La última flor del entresuelo,
bosteza como reina del barro,
labio que lame una espiga,
deseo insano
de haber creído que el amor
no te puede quitar la vida
a tus pocos años.
Eva.
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