martes, 23 de agosto de 2016

El chico que quería volar


El chico que quería volar
murió dos veces en esta vida.

Mientras por debajo del mantel
vuestros pecados son los mandamientos,
la eternidad tiene memoria y vuelve
como horror o penitencia.

El chico que quería volar
fue artista del vacío,
corsario del llanto y su lanza
ante tanta y tanta
y tanta confusión.

¿Quién se acercará a este apestado
por la bendición de dios?

Si la muerte sabía a esas dos veces,
el héroe del absurdo
saboreó aquellos entierros en vida,
intuyendo que solo él es dueño del destino
que se adueñó de la locura.

Paraíso eterno entre el barrio Baladre
y el barrio del Carmen,
ojos de ángel custodio
y alma cosida por la fina lima
del espejismo de Lucifer.

El chico que quería volar
murió dos veces en esta vida.