sábado, 6 de agosto de 2016
Baja y Alta Suciedad
Era tan pobre que no tenía más que dinero,
'amigas' que le reorientaban cómo vestir, cómo actuar, cómo follar (...)
Tanta gente acorralada y en rebajas.
Era tan pobre que el dinero de papá entaponaba (quien sabe si para siempre) el run run feliz y molesto de sentir las olas de la libertad.
Pobreza a base de la dictadura sin armas de la apariencia, de venderse al mejor postor y el rubio con dinero encula en sangre a la india. Y el viejo con dinero desvirga niñas mientras echan películas de Disney.
Eres lo que tienes, no vales lo que eres.
Desengañate.
Mientras, otros tan pobres y sin nada en la nevera creen que el paraíso se compra a plazos. Muertos de hambre y de sentido de vida. Si Marx levantará la cabeza...
Pero yo que soy más puta que santo me bajo los pantalones solo ante la pureza. Esa pureza que es un narco colgado del cuello en los puentes de las autovías de Monterrey. Esa pureza que nadie entiende, cuando ni violador, ni violado, beso los labios de las damas cansadas de llorar, de venderse en un mundo en venta.
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