Mi forma de escribir,
mi forma de vivir
es una forma de escupiros a la cara,
vosotros que juzgais lo que queda fuera del paraíso,
y vistiéndoos de mentira
formais parte de aquello que tanto criticais.
Algo así como iros de putas
y rezar por las madres de esas chicas
sobre la formalidad.
Mucho miedo a mi locura,
pero la locura es valentía desmesurada
por salirse de la miseria que puebla
vuestra habitación,
en gemidos torpes
y algunos, con el tiempo, me consta,
fantasearán con una poesía como esta.
Mi forma de sentir es escupiros a la cara.
El viejo rico se va con la joven desorientada
con historias para no dormir
y bolsos de Chanel,
los enamorados sinceros se tropiezan
estallándoles el amor en la cara,
y la vieja rica se va con el mulato ratero
al pensar que no se evapora así
el perfume de la eterna juventud;
Y aún me preguntais por qué soy poesía?
Entender al mundo y saber la verdad de cada mirada
es un eclipse a la luz de lo auténtico
y un canto hondo a la desesperación.
Mi forma de escribir es escupiros a la cara.
Detrás de su amor estuvo una vez mi muerte,
detrás de su verdad está
el que te pudras princesa,
vales la pena por la que te compraron.
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