sábado, 26 de diciembre de 2015
jueves, 24 de diciembre de 2015
Universos
Todo lo que te quise escribir cabía en un solo verso y fue entonces cuando trazé un uniVerso.
sábado, 19 de diciembre de 2015
¿El espíritu de la navidad?
La vida pasa.
Se retuerce la piel, merman los cuerpos pero el sol es el mismo.
Todo indica que no hay salvación, que nuestro aliento es un préstamo en cada ultimátum y se va retorciendo poco a poco por la jaula oxidada de la muerte. No hay escapatoria.
El amor es una excusa, y es que ¿no ves cómo te vas desilusionando en cada invierno?
Pero yo escribo mirando también ese lado de magia que hace rezar al ateo mientras cae el avión. Escribo por la mirada que se pierde más allá de nuestra infancia al sonreír mientras un bebé sonríe.
A los brindis que dicen que todo es eterno en ese trago. Voy escribiendo, toma nota, porque si no hay dios alguien lo inventaría, como hemos inventado llegar a fin de siglo o poner flores en las tumbas del ayer. Escribo porque no es vida pensar que no hay vida, es algo así como remar contra los instintos.
Escribo porque la ciencia es una invención humana como la religión, ni más ni menos, solo que la ciencia explica muchas cosas de lo que se ve pero le hemos hecho tanto caso a la evidencia que este sistema nos hace ser materialistas, máquinas que sin piedad no oyen el aleteo que sobrevuela nuestras sienes diciendo que por amor sería tan bello vivir...
Escribo por el espíritu de lo absurdo, la navidad por ejemplo, por esas fuerzas que están aunque no se dibujen y duermen con nosotros...aquello que sientes mientras el cuerpo lo ves raro, emoción que brama en toda una galaxia...para luego digan que no existen los milagros.
Felices fiestas.
Besos y versos peregrinos!!
jueves, 17 de diciembre de 2015
Flechazo de luz
Ellos me miran
pero nadie sabe cuánto explota
en mis adentros.
¿Será ir en contra natura el observar
la naturaleza de sentirse vivo?
Será.
Látigo de abrazarla
para enterrar a bellas mujeres
que me besaron
sin ser conscientes de la lumbre que hervía
en mi corazón,
porque si todos somos hijos de una misma muerte,
la linterna se apaga justamente al huir,
cuando el día amanece.
Este silencio es aroma a tumba
o a bramido de los amantes
que se beben en el café
la ira
escupida por los labios
amargos del amor.
¡Sí! dichoso el niño que juega sin pensar,
dichoso el suicida
que se arroja sin pensar,
y yo, insignificante, que respiro circularmente,
soy testigo de mi fin
¡absurdo!,
como el principio de un baile sin música.
Ellos no me ven jurar
al partir un avión que ¡volveré!
Solo soy un pez que se ahoga
entre la podredumbre
de los anestesiados.
¿Qué mundo dejarás
a tu hijo?
Si de vivir se trata -me dices,
...
¿Oyes en un bosque seco
acaso un flechazo de luz?
martes, 15 de diciembre de 2015
Cuando no esté aquí
Cuando no esté aquí,
el vértigo desencadenará angustia que no respira...
me gustaría no creer en el más allá,
pero soy humano.
Cuando no esté aquí
y me imagine abrazando el aire
como un corte entre el alma y todo temporal,
nunca sabré reconocerme en lo helado
de la piel que habito.
Cuando no esté aquí
dolerá no saber bien qué es la vida,
y me preguntaré si la consciencia
me puede librar de ahogarme
en las brumas de otros mundos
(como hago cada mañana al pensarte
después del café)
Cuando no esté aquí
las flores no saciarán mi eterna ausencia
y aunque en vida siento la muerte,
el sueño de existir vaticina el ansia
por volver a escribir la poesía que te nombra.
Cuando yo no esté,
abismo, cordón umbilical como mortaja,
sabré que haber estado enamorado de ella
fue rescatar de la oscuridad
la belleza que nadie sabe ver... entre tantos infestados de vida.
Cuando yo no esté,
un poco muerto, un poco vivo,
sabré que morir es un estado del alma
que el alma es, o un cuerpo que se mueve
o lo que mueve el cuerpo,
sabré que la razón es la división
entre locura y caricia tierna.
Y en el medio...Yo.
Cuando no esté.
sábado, 5 de diciembre de 2015
En nombre del amor
Me enamoré de una mujer sincera
que no me quiso más que a los demás,
una mujer con tantos problemas
que volar juntos
era un capricho
demasiado alto para sus alas.
Era una maga perdida
que distraía a la muerte con diez mil amantes,
me enamoré del último lunar de su espalda
y hasta la cicatriz abierta
que acogía su boca al vomitar maldiciones.
Me enamoré de una mujer buena,
pero la bondad perdió su paciencia
por incertidumbres.
Si reconozco que la mujer que más me gusta
no la puedo pagar,
ella valía oro
que fui regalando a la tristeza.
Ella era también el miedo
que miraba de reojo la vida ajena,
era mi enfermedad llena de luz,
mujer como tantas otras y no,
flechazos para todos los señores
que se jugaban los anillos por estar con ella,
y yo no vestía más que arañazos
en nombre del amor.
Aunque haga el ridículo
Tan cansada de ser deseada sin motivo
y yo con tantos motivos para desearte...
no importa el ridículo
si me sonríes sacándoles la lengua
a los hombres que van de gallitos
y son solo unos cobardes.
Soy torpe, juego con palabras
porque la vida me trató como un juguete roto,
y si te odio,
me vengo con ira de que seas mi asesina
aunque si me miras,
qué importa las risas de fondo...
Y así, junto a un ramillete de lágrimas rojas,
bailaría contigo el tango
de la eterna resurrección,
pues yo no soy más que el caballero
con la nariz roja,
un payaso como tantos de la vida
por creer en el amor.
La muerte es la piel que me encarna,
miedos que me hacen y no me hacen
saltar desde el balcón,
he muerto tantas veces que me aprieta la corbata
y la gente me mira sin conocerme en la ceguera
de no saber que soy como ellos
o ellos son como yo.
Para acabar señorita que me sirves desde la barra otra cerveza,
que sepas que finjo que no me importas
(para que no te asustes)
dame tú el ritmo de la música
que no sé bailar;
porque disimulo en verte que eres como las demás
pero en realidad, me importas
si entona una despedida
yo estaré allá esperando...
Aunque haga el ridículo.
Hubiésemos sido
Hubiésemos sido
el amor más bello del mundo,
inevitable y tierno entre hogueras,
la vida hubiese empezado en las puertas de tu boca,
pero no fuimos más que el suicidio de momentos
que iban apuñalándose sin querer.
Hubiésemos sido
dos muertes que renacen en un solo corazón...
pero perdí en cada labio compartido
el aire de estas alas que se extendían
en tu inmensidad,
y aunque el amor dejó de ser bondad,
me reconozco loco
por aquella locura de haberte querido.
Fuimos el amor aquel,
prematuro con las manos llagadas;
los más inolvidables amantes
de la envidiosa sonrisa
que perfuma la faz de la tierra,
pero en mitad de un baile
una mañana
me até los zapatos mojados
y tú te pusiste a llorar.
Hubiésemos sido
los enamorados con más poesía del mundo,
sin que los miedos de los demás nos afectasen, ( ¿recuerdas?)
pero una mariposa se posó
sobre tu nariz
y yo no supe volar con ella.
viernes, 4 de diciembre de 2015
Hace mucho tiempo
Hace mucho tiempo
que me cuesta levantar la vista del suelo,
la gente abruma este grito ahogado
y es que hace mucho tiempo
que soy culpable de mi fatal destino.
Qué fácil es sentirse incomprendido
en un mundo que no comprendo,
ya perdí la cuenta de las lágrimas por ser consciente
en una vida que no me quiere
pero me abraza con ansia
como un niño su balón.
Hace mucho tiempo
que no recibo tu llamada,
será que él te habla más dulce
sobre la mentira de respirar,
de agarrar el amor como quien sueña aferrarse a tu pecho
así fuera el inicio de la vida.
(como ciertamente lo es)
Hace mucho tiempo
que hablé con la voz del diablo;
¿te acuerdas?
Mi pecado fue amar tu dolor
antes que mirar las luces
de aquellos ojos pequeños y cansados
y tu triste sonrisa pidiendo
auxilio.
Hace mucho tiempo que no soy feliz
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