No mires a aquella mujer, tus ojos alimentan su luz
no
la quieras, no la desees…
y
serás libre.
No
mires
a
esa mujer, no la mires,
¿no
ves que ni te ve
ni
te sabe observar
más
allá de sus inseguridades
de
imposibles que buscan entender la locura?
No mires esa mirada
o
te convertirás en piedra;
otros
senderos por donde tus zapatos se llenan de barro,
no
alcanzarán a soñar tras las tapias
por ver lindas damas que apuesten bailar contigo
el
tango de los temerarios
Ni
siquiera la odies
ella
acunará en su pecho
otro
hombre
seguro
no tan valiente
pero
servil en el lugar donde se olvidan las gaviotas.
…es
solo una chica, te digo.
no
la mires
vente
conmigo de fiesta
no
la sientas… pero es tan fácil decirlo…
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