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A esas horas
en las que todos engañan al amor,
yo me quedé queriendo un gesto tuyo.
Allí donde el abandono
se inquieta de esperar y esperar,
las grietas de no tener trabajo de la gente
arrojan ácido a mis ojos
en la ceguera del mundo.
Si no te aman no
existes;
es la única verdad que pasa…
mientras me maldicen
las horas
y te veo en una ciudad sin tiempo
toda alrededor de mil lobos que conspiran
por ser tú el ansiado premio.
Ya sé que al menos late tu voz allí,
en aquel vals sin música que bailamos.
En las horas donde la vida no llega
por las grietas de los besos que condenan
a repetir el fuego
de dos pétalos negros como labios.
A estas horas
en las que de noche
el sol despista a la luna,
te busco en calles de gato perdido,
mientras la ciudad es una cama deshecha;
al ser maestros del amo
por horas de sal,
por horas de sal,
por años de pena.
1 comentario:
Muy pocas veces me siento atrapada por algún escrito, y es asi como me pasa con tus poesías... gracias por compartirlas
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