No sirve para nada escribir.
Los poetas son ridículos personajes cuyo ego quieren redefinir pasiones como si hubiesen ellos inventado el amor, o dar prestigio al fracaso de una emoción humana universal.
En este mundo, no, no es productivo ni tiene resultado práctico rimar 'horizonte' con 'tus labios'.
No sirve para nada la poesía. Tal vez los que escribimos sólo somos soledades que pretendemos dárnoslas de válidos en este mundo vacuo y fugaz con palabras rimbombantes.
Será un anhelo de eternidad ante la realidad de que somos instantes nada más, y queremos congelarlo en fama, flashes, entrar en un coto privado mercantil de libros y gafas.
En fin...
Poetas que aspiramos a retratar, tan osados como prepotentes este mundo que se suicida.
Pero... si tú, muchacha de alma cansada, me miras con tus ojos color cometa sin galaxia, de vida tan repetitiva y absurda como la de quien te escribe, e iluminas estás letras por curiosidad, pena o admiración y piensas en mí un poco; la emoción encontró su abrazo.
- seré feliz-
y tendrá sentido ser un poeta tan idiota. Como yo, como tantos.

