lunes, 16 de marzo de 2020
Corona
Amenaza un gigante en mi boca,
maltrecha por el virus del mundo,
la soledad no tiene guarida
cuando estar aislado
es la proyección de uno mismo.
Tiempos extraños,
cobijados en el viaje y en el regreso,
en el amor inacabado,
abrazos que se perpetúan
pero nunca se darán.
Amenaza un gigante en mis manos,
millares de células
y una diana dispuesta,
no queda más que el azar
que se cruza en mi camino.
(No fuiste tú, Corona tal vez no avise)
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