jueves, 14 de febrero de 2019
Sálvame de mí mismo
Sálvame de mí mismo
cuando me persiga tu soledad,
sálvame de estos ojos
que lloran con la torpeza
de quien no sabe llorar.
Puede que tras las puertas del alma,
encuentres maletas invisibles
de niños que se pierden de nuestra mano,
esta vida es una flor de invierno
que se marchita cada verano.
Sálvame de mí mismo
cuando no tenga a nadie
por quien velar,
en un sueño sin dueña,
en una apacible tempestad,
hace frío y mis dedos tiemblan
cuando ya
no queda nadie en la lucha (...)
Sálvame cuando no te salves,
cuando muera la tarde
en la que renací.
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