martes, 28 de agosto de 2018

El cantante


Su vida era cargarse los sentimientos,
tras el abismo de rutina y sueños rotos;
asomarse a la ventana de un vendaval
solo,
que rifaba las estrellas
con el nombre de una verdad
imposible.

El cantante duerme su luz apagada
en un vaso de tequila
y la edad es una lágrima titineante,
un te quiero con las puertas cerradas,
un tren abocado a la decepción
de todas las estaciones de paso.

Las damas vestían tristeza
cuando el lunar de su sombra
era más grande que los miedos,
muerte de un beso
cuando nace una nueva historia
por las venas de abrazos ausentes.

Su vida era maltratar las horas
mientras se ahogaban en dolor
las mariposas
de tanto desvelo.


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