jueves, 27 de julio de 2017

Arenas movedizas


Violeta que crece en los raíles mojados;
eso es tu nombre.
Abandono
que convierto en ira,
ira
que convierto en Amor,
bicicletas huérfanas
que pasan la noche
en tu cuerpo desnudo
cada atardecer de borrachera.


Promesa subjetiva de dignidad,
huyendo o necesitando
esos focos que nos persiguen.
Interés, por amor,
halago a cambio de sentirse único,
comprar sentimiento con un billete de dos caras;
infinito del cuerpo que se emociona
ante el poema de mi sexo en tu boca,
sí!

somos demasiado parecidos al animal 
que heredó nuestros colmillos,
y la divinidad del alma
es la prueba moral en la que Peter Pan hace diana,
con miles de flechas debajo de la manzana
en su cabeza.
Batallones de dependencia en un relámpago
de gemidos,
droga del sacerdote que busca
la jodida manía por ser eternos en un cuerpo
de yeso.
Física cuántica perfecta
de nunca besarte y que seas mía a lo largo 

del ritual de la memoria,
y si lamo tu vagina,
voy tomando el primer avión allí donde
mi pasado, atormentado, divino, sacro,
(...)
llegue a hacer
 pie bailando ballet 
en arenas movedizas
para dar patadas a todos,
recibiendo el aplauso de nadie.


A los que me llaman loco,
se les olvida mirarse al espejo,
ver como sus miedos
les hacen pudrirse de envidia;
hay prisiones que cada uno se crea,
y yo no entraré.


Ya me manché lo suficiente.




No hay comentarios: