martes, 6 de diciembre de 2016

Regreso al tiempo en el que te conocí


Regreso al tiempo en el que te conocí,
para entender lo que nunca será;
pétalos del recuerdo ocres
fueron tus labios,
mientras,
discurre la siniestra magia
del amor cada noche
como un baño de mate con sirope
del tiempo perdido
y nuestro nunca jamás.

Me agarró la tempestad en una ciudad gris,
saturando con paños calientes
fiebre de ansiedad dañina,
de tanto abandono, de tanta distancia,
para buscar fuera
al hombre que sueñas
sin reconocer que está en mí.

Regreso a mil bares, a mil hospicios
buscándote a ti.

(...)

Demasiadas personas se arrojan
por el oscuro precipicio
antes de intentar aquello de volar,
y los que van merodeando por mi barrio,
(futuras victimas),
nos acechan escondidos entre fauces y gritos
hasta que la ruleta rusa dé paso
al último suspiro
donde el Amor
es lo único que se salva
en una ecuación peregrina entre respirar,
ser casualidad
o sortilegio.

Y no, no existe el mal,
existe la ausencia de cariño de tu corazón apaleado,
vístete, sécate el sudor,
quizás arañes con los ojos en el espejo
el nombre que no quieres ver
pero se revela cada vez con más fuerza.
Llegamos tarde.

Satán se aparta,
no me hagas volver a nombrar esas cuatro letras.

Regreso al tiempo en el que te conocí.


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