lunes, 26 de mayo de 2014

Luz de luna


La muerte empieza por soñar tus labios,
tan lejanos de mí y tan cerca del cielo.

Yo, deseo volar juntos al paraíso
donde los ángeles tejieron
con las manos cicatrizadas por otros amantes
tantos barcos que no tuvieron puerto
y se hundieron antes de zarpar...

Mi corazón está lleno de ruido,
es un motor que a golpes deja seco
un reguero, puro cansancio,
pero qué bello sería reinventar el mundo
y hacer de nuestras soledades, el mismo latido,
qué bello, aunque fuera mentira,
darle color a las grises caras
que se perdieron en el espectaculo de verte,
que te gritan (idiotas) que tú no eres, ni serás protagonista.

La vida acaba en tu cuerpo,
entrelazados dedos que imaginé
cuando un abrazo es lo único que tengo
tras el fuego de tus pupilas.

Como en un mar sin playa,
no sé jurar bajo la noche,
(yo todo lo hago al revés)
quiero bailar y darte el sol del día
en que ni el alcohol ni las dudas
puedan deslumbrar la luz que nos tape, tu luz de luna.


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