Cuando todo
se desplome
como un
terrón dulce
dentro de tu
café en llamas,
no pienses
que no sueño contigo
si
nunca digo te quiero,
pues solo
puedo prometerte
locura y
dolor,
y decir te quiero es una posesión innecesaria
mientras que
un te sueño,
es el camino
por las nubes
entre tú, el
mundo y yo.
Si me ves
triste,
frío, como
el metal helado
del cuchillo
que nos atravesará un diciembre,
no pienses
en lo que no tuvimos
ni que yo
seré
el jardinero
de tu vientre;
solo te
puedo corresponder con vacío,
con la
sensación de no ser nunca el mejor
de tus
amores fugaces,
aunque veas
en mis ojos,
un niño
que se
olvida delante de ti,
y llora si
no respondes
de mis manos
llenas de sangre.
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