A Gabriela
No te conozco
pero un relámpago de vida
puedo ver en tus ojos
si hago de ti,
poesía de la niña más tierna;
aunque en el pecho yo tenga cristales rotos
tras el fulgor de tu estrella
Gabriela
la distancia que me separa de ti
es una puerta abierta
donde la magia de las palabras
cuentan sin decir
lo que daría yo por una promesa
Daría mis manos
y mis ojos bellos,
daría la razón de porque seguimos viviendo,
daría la paz del amante
y la guerra sin miedo
por arrancarte esa sonrisa
por robarte un beso.
Gabriela,
daría la locura de mi frente
la palabra prohibida,
mi patria entre Oporto, Brasil
y España,
el camino errante, daría,
y olvidarme del dolor
por tan solo tu mirada.
Pero, Gabriela
no me hagas mucho caso,
si soy un necesitado
que busco calor en el frío
y me sorprendió tu risa
soy ese que se mata a versos
y no sueña durmiendo,
para encarnar la verdad
en el cielo
de la boca que me suspira
Gabriela
lunes, 23 de febrero de 2009
lunes, 9 de febrero de 2009
Amo el amor de los peregrinos
Hoy en los suburbios
un tal Tello y Pastel odian su patria por mi,
por yo haber salido de la marginalidad
y siendo privilegiado,
no se dan cuenta que daría
lo que sea
por tomar un trago
e invitarla a bailar.
Mejor que no me trates tan bien,
que me podría enamorar
y ser un velero, ya ves,
que parte de tus labios
para adentrarse en otro mar.
Hoy mi pupila es un rayo
que se proyecta en ti,
como quisiera compartir un té
en El Café de las Luciérnagas,
de ser peregrino,
y recuperar el tiempo perdido,
acurrucados ante el futuro
que nos nombra.
Mejor que no me trates tan bien,
que me podría enamorar
y ser un velero, ya ves,
que parte de tus labios
para adentrarse en otro mar.
Cómo pasa el tiempo,
y cuánta duda rota,
si mi meta es tu boca...
no quisiera enamorarme,
pero puede que caiga en las redes
del rencio olvido,
y otro hombre te vestirá
y yo seré la duda,el azar
de los piratas peregrinos
que viajaron una noche
de tus labios a otro mar.
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