Fuimos el grito y el hambre
del niño de barrio con el puño
en alto,
fui la revolución pérdida
que encontró nuestro futuro,
fui el imposible
que nos ayudaba a caminar,
fui que te idealicé sin saber
ver el tiempo que nos arrasa.
Fui el no querer desprenderme
de lo querido
aunque ya no me quiera,
fui las ganas de libertad
hasta alcanzar la lunática locura,
fuimos el no saber amar
porque no está escrito eso
en esta civilización
de metal, óxido y melancolía.
Fuimos búsqueda de libertad,
esa que tiene tantas vertientes,
que nos ahogamos en sus fuentes
sin saber sentir con-pasión.
Fui el himno en mis manos,
la bandera del corazón,
la realidad no se cataloga por emblemas
porque lo único que nos pertenece
son los sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario