viernes, 27 de diciembre de 2019

Disecada


Aroma a flor disecada,
trompeta muda al hombro,
vestigio del delirio de las hadas
que nacieron cuando murió el otoño.

Me perdí en un grito mudo
en la verdad de la estocada de un loco
morí por dentro en un hospital
amordazando excusas
alrededor de mil circulos viciosos.

He llorado al lado de un amigo
que no valoré,
me he portado como un triste ruiseñor
emigrante del paraíso
y al final,
ya me ves
sin más dolor que el mundo,
sin más amor que a mí,
el cielo se viste de luto
cuando ya por mil veces te vi partir.






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