Abuelo Mario

Hoy 18 de mayo
me enteré que te fuiste
volando,
a la izquierda del roble,
los llantos de los exiliados
no se escuchan en la luz divina,
y los poetas dejan de ser hombres
para convertirtse en ángeles
que defienden
como un tesoro la alegría.

En la nostalgia del presente
hoy solo vive la muerte
y tus versos son antídoto
que en un mundo sin alma
brindaste al amor y al compromiso
desde el cielo
en el Parnaso, los poetas,
te reciben con cariño
y más huérfano si cabe
se queda mi destino,
pues los libros dedicados a Luz,
donde de irán
si tú, Benedetti te fuiste,
Abuelo mío?

Un poco más viejo
me hacen las despedidas
camarada de mi sangre,
tregua en esta vida,
rutina de días laborales,
donde se airea
la brisa de la melancolia,

Elegía al militante de letras,
corazón Tierno y con caricias,
corona de laurel,
trono en el lecho del ser,
estación llamada,
poesía.