sábado, 8 de noviembre de 2008

Soy vencedor


Vencí al fracaso, a una familia rota,
a la sobreprotección y ausencia de mamá.
Y el olvido de padre.

Me siento fuerte
porque detrás de tu amor
ya no está mi muerte.

He sobrevivido
y fui enfermo de los espectros de mi mente,
perdonen que se lo repita
a los muertos de mi felicidad.

Soy vencedor de los labios
que no me quisieron.

Valgo lo que no sé,
dicen que para esculpir mis ojos
hicieron falta genealogías
de pupilas negras
y mis pestañas
sueñan erizándose
con el perfume de la ilusión
por ver tus párpados al lado.

Vencí al fracaso,
de cuatro años durmiendo por el día
de doses en exámenes,
caí, y aprendí que un hombre humilde,
sin amor propio
es un hombre vencido,
ahora me reconocen
el sudor de tanto llanto.

Mi victoria se forja en la adversidad
en no tener a nadie
y no creer ser correspondido,
pero, qué más da,
me quedan pastillas, libros, poemas,
acordes…
porque en este tiempo
no he estado solo, no…
me acompañó mi propia soledad
y vencí al dolor.


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