martes, 3 de junio de 2025

La ciudad herida

 
Los estallidos se vierten
en la ciudad herida, 
manadas de gente
pidiendo auxilio,
viendo los ojos de la muerte
por un país; Israel, 
                                 genocida.

Exterminio de un pueblo
cuando la sangre
agrieta vidas, 
los relámpagos no cesan 
en Gaza ocupada
por bastiones 
de aves negras
y niños que se preguntan;
Por qué el cielo es marrón, 
qué pasa con los sueños?
A qué dios hay que retirarle
las armas!

Los latidos van cesando 
uno a uno, 
en la ciudad hambrienta, 
en la ciudad sitiada.


Palestina.


Tarde

 
Llegué tarde, y te besé, 
como quien besa
el suave temperamento
de las horas felices, 
llegué tarde, 
como siempre, 
y fui aquel
que rompió las flores del insomnio,
llevado por mareas grises.

Tan tarde
fui
el que nunca debí de dejar de ser, 
arremolinando el tiempo
de la espera,
tan pronto en el tiempo perdido
qué dejé de sentir
lo que la gente y sus prejuicios 
quisieron maldecir
ante tantas certezas.






 
El himno de tu piel
en mi memoria, 
los ojos que se fueron
tras de ti, 
el sol que busca 
un rayo de sombra, 
las noches que partieron
rumbo a donde 
no se debe de ir, 
el sueño de verano, 
la pesadilla del mañana, 
las flores que se mueren 
al tocarlas, 
la luna de miel
de mil noches amargas,
ser y no ser en este tiempo
acabado.

Tú.


Vibra

 
Vibra bonito, 
el paraíso, ya lo mereciste, 
sueña como el niño
que no creía en las fronteras
y sin aduanas 
rompía envidias 
mientras la lluvia caía.

Vibra bonito, 
en el tumulto de gente se esconde,
cual grano de arena en el desierto,
un destello de paz.

Vibra como laten los que sueñan
en cambiar el mundo, 
y al no conseguirlo 
les queda el tesoro de soñar.


Interés

 
El arte se pudre
en los ojos que no miran
la belleza de un mundo
cuyo infierno en la tierra
para tantos 
supone contradicción;

realidad y sueño, 

Como tú, 
que nunca has terminado de llegar, 
tras el deseo de ser libres
en esta tregua sin paz, 
en esta guerra, 
en la que nos hicieron creer
que la humanidad llegaría a presidir 
el mundo, 
pero es el interés 
de jugar a ser dioses
en la podredumbre
de un charco de estrellas
por la ciénaga de la desolación
y la maldad.






Cada lunes

 
Cada lunes vuelves del trabajo, 
con la ansiedad que tiene
el alma herida, 
y tal vez no nos hayamos salvado
de ser vértigo de naufragio
que en el barrio
daba al empezar en aquellos años, 
la vida.

De aquellos años, 
sólo queda lo que hoy tengo;
el soñar, 
el idear futuros imperfectos, 
sabiendo que lo imposible
se puede concebir
tras un destino lleno del vacío
con el que lidia la soledad, 

Soledad como locura 
tatuada en el pecho, 
pero mira por donde, 
tan solo que desterré 
a los ángeles del desamparo
en mi roto corazón
movido por los días 
que han de venir.






Nantes

 
Nieblas
de un día sin flores,
de la quietud de una villa
en donde brota la paz.

Nantes despierta en tu mirada
como un ave huidiza, 
con ansias de volar.

Hago de la pesadilla, 
sueño, 
fantasía de la maldita realidad, 
noches que arden en la hoguera, 
de aquella muchacha 
que no quiere ser vista, 
cuando en silencio 
quisiéramos en Nantes, 
ponernos a bailar.