Lo imprescindible es saber
que nada es imprescindible,
que el lenguaje como pan de pobre,
es sustento de una mente
que lucha,
de unas manos que amansan el amor, el deseo
y la tierra.
Nos quieren robar la ideología,
blanquear la violencia,
y hay quien muere en la esquina
por haber soñado con un mundo mejor
y una vida digna.
Son raras las almas raras,
porque el ansia por el poder y la apariencia;
por el dinero,
hace sospechar de todos,
de aquellos precisamente de quienes necesitas un abrazo.
Se empeñan en decirnos que viene el peligro
pero son ellos los peligrosos,
culpables de tantas víctimas,
de un sistema que mata
dentro o fuera de esta burbuja de aparente estabilidad
donde hay quien
lucha por sobrevivir
como pez fuera de la pecera.
Y el mundo es una guerra
de ambición y codicia
cuando las almas son armas
que prenden fuego a la bondad
y a la inocencia