domingo, 15 de enero de 2017

Hipsters


Cansado de pisarme los pies
al bailar
en la nube de arena
del desierto que te busca,
fui hoja al viento desdentada,
negras venas
por no ver las cartas blancas
del destino,
bucle en los mismos errores
de volver a empezar,
de empezar a volver.

Esa basura que llamais progreso
es rebozaros en la misma mierda
como cincuentones quinceañeros
o como adolescentes colmados
de vicios,
eludiendo la responsabilidad
de sentir el buen oficio
de un beso certero
cuando sentir debilidad
es la mayor fortaleza.


Mientras hipsters de barba perfecta
montan jaleo
y barren inseguridad
bajo la alfombra
del paso del tiempo.

Ridícula vida que vendeis;
Nirvana de los pobres,
y viacrucis de los ricos.


sábado, 14 de enero de 2017

Poeta escarlata


Bramidos;
espadas tintineando,
ríos de lava en mares de azufre,
muerte que persigue
la constelación de un rayo,
vida que termina
donde empieza

tu suspiro atroz.

Reloj que anuncia vida
o amenaza muerte.
Tic                    Tac
Tic                    Tac
Tic                    Tac

La hiel del amor
que por tus labios, mujer,
se destila,
es una cruzada del destino
o la casualidad,
nido de gorriones sin alas,
ahorcado que asesina
como venganza por ser objeto de lucifer
y la punza de su tridente.

Mujer,
que viniste de los Andes,
llena de flores y espinas
el luto de los poetas muertos! (...)

¿Arrogancia, vanidad?

No señor, no,
coraje de llamar al viento aire,
de ser dueña de la voz
antes de que el desierto
de la voz se adueñe,
es verte
rezando en el abismo
de una taza de café,
por las vírgenes que fueron amputadas
a manos de sus hijos mancos,
es Jerusalén en llamas,

es Santiago con tu fuego.

La lluvia era oro
pero la muerte no perdona.

Equidistancia del beso
que se pudrió entre tantas mejillas,
de los trenes que se perdieron,
de los viajeros que no embarcaron,
del vomito celeste
de quien te amó,
de tu piel escarlata y huérfana,
y nos sintamos
reyes o miseria
en lo que dura este juego
que viene y va
que va y viene

(llamado respirar)

En el parnaso
hay tréboles de hojas invisibles,
arañazos en la frente,
mortaja del alma,
tu poesía,
poeta que te enconas
en el néctar luminoso
alrededor de templos de la usura,
es abismo de escenario,
aullido de loba herida,
pétalo de la flor que escondes
brillando en el sol;
languideciéndose
tras
la
Oscuridad.


miércoles, 11 de enero de 2017

Alma negra (Tributo a Lorca)


Alma herida,
alma negra,
compás triste
de la soledad
que viene y se
queda.

Alma negra,
alma herida,
mi libertad es un ave
sin guarida
que pudre su canto
en un charco
de luces
muertas.

Alma negra,
alma herida,
locura de arcángeles
del extrarradio
que recibieron
el desprecio
de la belleza.

Alma negra,
alma esquiva,
alma negra.


De Purísima y Oro


Ella me mira
rastreando en el vacío
un gramo de autenticidad,
y puede que se ahoguen
en la Nada
los besos robados,
los sábados de excesos,
tanteando tras los Evangelios
lo que dura o no el amor
si un ángel se corrió fuera
o dentro.

Beso los pliegues
de sus labios,
como pétalos de sexo,
mientras José Tomás
toreó la locura
y en cada dos
de aquellas estocadas

Tu nombre.

Infinito y basura.
De Purísima y oro.

Tu nombre.




martes, 3 de enero de 2017

Muerte


Y puede ser
que la muerte
solo sea una ilusión
desilusionante
sobre esta Ilusión
que es la vida.

No se puede entender
la luz sin la noche,
como no se puede entender
una vida que no existe
en las venas de la vaga
existencia
de tanto presente
sin
respuesta.

El Amor es Vivir
y vivir es
cuestionarse
qué es la vida despojada
de amor;
incendios en mares de lava,
sables cruzados
sin más estridencia de fondo
que el hedor
de la angustia
al no saber cuánto tiempo
nos quedará.

O tal vez,
puede que la muerte aglutine el Todo
en
la  Nada,
y catacumbas circulares
cobijan la habitación
que se multiplica desde el infinito
hasta el desconsuelo.

El niño que fuiste lanza piedras
a su consciencia,
al barrunto herido
del ser o no ser;
contradicción en la amnesia
por sentirnos
eternos.

Mientras se pudre el cuerpo
cual ansiedad de las horas
las olas del mar vuelven
y se alejan
de la costa
ennegrecida.

Desfiladero de personas que se despiden,
Duda sin certeza tras el vacío,
Una luz intermitente.

Un Para siempre.

Un Hasta nunca.
(...)

Bésame


Bésame
y borra sus huellas
que en tu cuello abrieron
ríos de sangre
por las doradas venas
de la madrugada.

Bésame
y déjame que barra
las canciones tristes
que enmarañan tu pelo.

Que me fume a besos
el humo que desprendes
al exhalar su imagen.

Ténme fe,
pero no te confíes
cuando juro quererte
pues suelo llevar
un revolver en la cintura.

Cuando tus labios mojen,
y mi lengua hierva,
déjame que borre
los horizontes
que no existieron,
por el precipicio
que va del filo de un verso
a otro,

pendulando
entre la quietud y el delirio.


Morena


La barra del bar es la frontera
del manto de estrellas
que cada noche
vuelcas en este vaso de vino.

Morena,
que entre el humo y los focos
destella tu boca
auxilio de luz,
camarera de mis sueños de niño,
Radio City es la Isla del tesoro
de un trotamundos
que te pensó
sin saberlo ni querer.

Bebo y me marcho,
¿Cuál es la religión
de la cerveza derramada,
de las mentiras de la noche
que nos engulle al despertar?

¿Cuál es el aleteo de mariposa
que ya no recordaremos;
que va dejando de volar
cada sábado de fiesta?

Entre botellas y ruido,
resurges,
pelo de ceniza
que te apartas del volcán
de tus labios
mar de lava
en tus ojos de alquitrán.


De Querétaro a Burgas


Azufre con aroma a miel,
zozobra en el baile
por la multitud
del desengaño,
comparsa que calla
la procesión
del entierro de los años;
agua de Valencia
en tiempos de sequera,

Analgésico del sexo contrario
para el mal de amor 
(propio)

Caricias en las que descubrirás
cuánto te he sufrido,
belleza que nunca fue
rescatada del frío,
y aun preguntas si existió dios.

Existencia de ser seducido
por la nada;
volar o morir
en espectros de umbrales infinitos,
ausencia que mancha
como la granada del jardín prohibido
en gajos rojos y sangrantes
los que atraviesan el alma de tus miradas
tras mi piel.

Ojos que sueñan con ser ciegos, 
ciego que no quiere ver.

El amor es un pasatiempo
que invoca a los muertos
o nido de acosadores
recitando elegías;
venganza de la autoestima
lastimada.

Cicuta de putas y jornaleros.

Cuerpo roído de gusanos de la vida
en el cine que recuerda
que fui feliz
de Querétaro a Burgas.