lunes, 9 de noviembre de 2015

Princesa borracha de realidad


La princesa está triste,
¿qué tendrá la princesa?

El rímel resbala
por la rasgada mejilla;
cigarros ardiendo
y una frase a medias
en su WhatsApp.
Jura no volver a creer
en los príncipes que vienen de visita
y se drogan de apariencia,
teniéndola a ella
como colchón cada despertar.

¿Qué tendrá la pobre principita?

Una luna en los ojos
y espejos deshechos al mirar,
bajo su cuello tiene heridas de guerra
que en un tiempo fueron besos,
y ahora son gritos escupiendo
al infierno
de multitudes que invaden la soledad.

¿Piensa acaso en la amiga que se fue;
en el príncipe de la carroza dorada?

Puede que resignada vea que más que las arrugas de la piel,
duele la traición del paso del tiempo
en el alma...

Pobrecita reina de Saba
el hielo en su gin tonic se consume
como el amor,
ya no habrá primera vez en la vida
porque si todo fue mentira
en un jardín de plástico
ella ha sido la más bella flor.

Esa princesa
que viste en la sonrisa
vidrios repletos de callada ansiedad,
es la misma mujer valiente
que trabaja cada día
para ver si por suerte
termine la pesadilla
de nunca ser libre
transitando por los edificios grises
de la ciudad.

La princesa está triste.
¿Qué tendrá la princesa?


No hay comentarios: