miércoles, 15 de octubre de 2008

Maldigo el amor


Maldigo el amor
que no supe cuidar.

Maldigo un "te echo de menos”,
el equipaje perdido,
los aeropuertos, la ropa en el suelo,
la desconfianza,
los anillos y las huidas a ningún lugar.
Maldigo las miradas cobardes.

Sólo sabría
adorar el deseo que aun conservo,
que da sentido a la distancia y al recuerdo.

Maldigo el aire que se eleva
ante tu presencia,
Maldigo, amor, el poema
hacia alguien muerto,
el escalofrío, la esquizo-pena,
y creer que el mundo está entre mis cejas.

Maldigo el miedo a dar el salto mortal,
el querer equivocarse,
y descuidar
los abrazos.

Ver la espina y no la rosa,
dar el cumplido y no el silencio,
verte en la nada
y mi esencia se desvanece,
maldiciendo volver a ser hombre,
con una grieta
tan profunda en el alma.

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